Lectura Bíblica: Colosenses 1:15-20
Versículo destacado: “Cristo es la imagen visible del Dios invisible. Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación” Colosenses 1:15, NTV
Tema: La preeminencia y superioridad de Cristo
Comentario: Los falsos maestros que pretendían infiltrar sus ideas entre los colosenses sostenían que existía un sinfín de mediadores para llegar a Dios. Ellos sostenían que Cristo sólo era uno de esos mediadores inferiores a Dios y que se necesitaba un conocimiento oculto para apaciguar a esos otros seres espirituales y, de esa manera, asegurarse la salvación. Esto se lograba – según ellos – escalando peldaños cada vez más altos en las esferas celestes hasta llegar al sumun de la sabiduría y del conocimiento.
El apóstol Pablo niega rotundamente todas esas ideas exponiendo claramente la magnificencia de la persona del Señor Jesucristo. ¡Cristo es incomparable, no existe nada ni nadie como él! En estos versículos Pablo no ataca el error de frente, sino que se dedica a dejar brillar la verdad del Evangelio. Él se centra en explicar quién es verdaderamente Jesucristo.
En primer lugar, explica que Jesús no es un ser creado y que no pertenece al nivel de las criaturas. Jesucristo no es un ángel, ni un semidios. Él es LA IMAGEN DEL DIOS INVISIBLE (v.15). Es decir, es Dios hecho visible. Es Dios haciéndose conocido para los hombres. Es Dios revelándose.
Cristo también es EL PRIMOGENITO DE TODA LA CREACION (v. 15). Esto no quiere que sea el primer ser creado, sino que él es el que tiene la preeminencia sobre toda la creación. Es el más importante de todo lo existente. Es el heredero y dueño de todo. Luego, Pablo continúa enfatizando la misma idea y recalca que Jesús no es una criatura (un ser creado), ¡ÉL ES EL CREADOR DE TODO EL UNIVERSO! (v. 16). Jesús no es una emanación secundaria de Dios o una criatura espiritual importante como decían los errados gnósticos. ¡Jesús es Dios mismo, el Creador de todo lo existente!
Jesucristo es el CREADOR DEL COSMOS MATERIAL (v. 16) y también es el CREADOR DEL REINO ESPIRITUAL (v. 16) ¡Todo lo físico y todo lo espiritual fue traído a la existencia por Cristo! Así que Jesús no debe ser visto sólo como un maestro o un ser espiritual importante que se destaca entre otros. ¡No! ¡JESUCRISTO es el ser MÁS SUPEREMINENTE DE TODOS! Él es antes de todas las criaturas, porque es EL CREADOR (vers. 17). Pero no es un Creador alejado que inició el universo y se olvidó de él o lo dejó a la deriva. Jesús también es QUIEN MANTIENE EL UNIVERSO COHESIONADO Y EN ORDEN (v. 17). Todas las leyes que rigen y gobiernan el cosmos fueron puestas en marcha y son sostenidas por el Señor Jesús. ¡Este es el Cristo de los cristianos, no el ser desdibujado y caricaturesco de los falsos maestros!
Cristo es la CABEZA DE LA IGLESIA (v. 18). Él es quién la originó, quién la dirige, quién la gobierna y quién la sostiene. ¡Jesús es el Rey y Capitán de su pueblo redimido! Se dice de Jesús que es el alfa (la primera letra del alfabeto griego), porque él es EL ORIGEN DE TODO, EL PRINCIPIO (v. 18).
Jesús también fue el primero en resucitar a una vida glorificada y eterna. Por eso, Pablo dice que él es EL PRIMOGÉNITO DE ENTRE LOS MUERTOS (v. 18). Cristo nos abrió el camino a la vida, porque él fue el primero en vencer a la muerte. Él también fue el primer ser humano en ascender a una vida glorificada.
En definitiva, este pasaje nos enseña que nuestro Señor Jesucristo EN TODO TIENE PREEMINENCIA (v.18). Por eso, sabemos que la persona de Cristo Jesús es extraordinaria, única e irrepetible. ¡ES SUPERPREEMINENTE y SUPEREMINENTE! No existió, ni existe, ni existirá jamás nadie como él, ya que en ÉL HABITA TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD (v.19). Es decir, que en la persona de Jesús, Dios mismo habita una personalidad humana. Los maestros del error instaban a buscar la plenitud a través de sus extravagantes alucinaciones. Pero los cristianos reconocemos que sólo en Cristo se encuentra la plenitud verdadera, porque sólo en él existe la plenitud de Dios.
Jesús es EL RECONCILIADOR DE LA CREACIÓN (v.20). Su obra logró la reconciliación entre Dios y su creación sujeta a la corrupción y la degradación por el pecado. La obra magnífica de Cristo también logró la paz, porque Él es EL HACEDOR DE LA PAZ (v. 20).
¡Jamás permitamos que nadie rebaje la persona y la obra de Cristo! ¡Jamás aceptemos que nada ni nadie ocupe el lugar que sólo pertenece a Jesús! ¡Jesús no es una parte de nuestro mensaje, JESÚS ES TODO NUESTRO MENSAJE! ¡Él es el centro y el fundamento sobre el que gira y se edifica todo lo demás! ¡Si nos llamamos cristianos que Cristo sea siempre exaltado en nuestra vida y en nuestra enseñanza!
¡Qué la gracia y la paz de Dios sea sobre su vida!
En Cristo, Julio Fernández
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