Lectura Bíblica: Salmo 34
Versículo destacado: “claman los justos, y El Eterno los oye, y los libra de todas sus angustias” (Salmos 34:17)
Tema: Dios está cerca para ayudarnos.
Comentario: A veces, en medio del trajín cotidiano y las turbulencias de la vida, nos sentimos confundidos, perdemos el rumbo, nos sentimos como extraviados en un laberinto. No sabemos cómo salir de la maraña que nos enreda y dudamos qué decisión tomar o qué priorizar. Pero…. ¡qué bueno es saber que Dios no está lejos! ¡Qué bueno poder reenfocarnos y volver a él! ¡En Dios siempre tenemos esperanza de soluciones y de un tiempo mejor! En Salmos 34:18, la Biblia dice: “Cercano está El Eterno a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”. Dios siempre está cerca. No sólo cuando estamos confundidos o ajetreados, sino también cuándo nos sentimos desanimados, tristes o destrozados por algún problema o desilusión. El Eterno siempre está ahí, cerca. Cerca para darnos su bálsamo sanador con sus tiernos cuidados en los momentos dolorosos. Y, él también está cerca en los momentos dichosos para hacer plena nuestra felicidad. Este salmo también nos enseña que Dios nos redimió. Es decir, que nos compró para sí mismo. Nos rescató de las garras del pecado y de la muerte colocándonos en una relación correcta con él.Dios nos promete que él nunca nos desechará. No nos compró para luego olvidarse de nosotros o abandonarnos. Nos compró al precio de la sangre de su Hijo, porque nos ama y desea una relación eterna con nosotros. Continuemos leyendo lo que dice nuestro pasaje de hoy: “El Eterno redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían” (Salmos 34:22). Esta es una promesa animadora: ¡somos posesión de Dios y él jamás dejará de estar cerca nuestro! ¡Jamás nos desechará! Sin embargo, esto no implica que la vida del creyente será fácil. Las Santas Escrituras también aclaran que la vida del hijo de Dios no será una panacea. Tendrá altos y bajos. Sufrirá dolores, decepciones, fracasos, tristezas, enfermedades y un sinfín de contrariedades. Pero, la esperanza del cristiano es que su Dios lo acompañara en el camino. No estará nunca solo. La Biblia revela que Dios pone a los creyentes en una relación correcta con él a través de la sangre de Cristo y los hace justos. El cristiano entra en una nueva relación con Dios, pero eso no implica – como ya dijimos – que el creyente no tendrá más problemas que afrontar. El salmista sostiene: “Muchas son las aflicciones del justo…” (Salmos 34:19 a). Ante esto, la Palabra de Dios nos enseña a no desanimarnos, ni desmayar, ni abandonar el camino de Dios. Nos enseña a tener esperanza y levantar los ojos de la fe, para acariciar un tiempo mejor que nos espera. La Biblia enseña que la gracia venidera de Dios es inagotable. Mientras esperamos, no debemos estar ociosos. Es necesario que estemos espiritualmente activos. Debemos orar y clamar a Dios, abriendo nuestro corazón a él con la certeza que Él nos oirá y vendrá en nuestro socorro, pues “claman los justos, y El Eterno los oye, y los libra de todas sus angustias” (Salmos 34:17). Muchas podrán ser las aflicciones del justo, pero confiemos en Dios pues “de todas ellas le librará El Eterno” (Salmos 34: 19 b)
¡Qué la gracia y la paz de Dios sean sobre su vida!
En Cristo, Julio Fernández
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