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Lectura Bíblica: Efesios 5:8-17

Versículo destacado: “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” Efesios 5:11

Tema: ¡CUIDADO! HALLOWEEN NO ES UN CHISTE (2da parte)

Comentario: Ayer, comenzamos a reflexionar sobre la oposición entre Cristo y el Halloween. Hoy, continuaremos analizando las siete antítesis que observamos.

Cuarto, Halloween es parodia, Jesucristo es la resurrección.

Halloween muestra un regreso de la muerte horripilante. “Los muertos vivos” o zombis representan un “levantarse de la muerte” terrorífico, escalofriante y macabro. En cambio, la Palabra de Dios habla de un levantarse de la muerte totalmente distinto. La resurrección de los muertos es una gran esperanza cristiana y una maravillosa promesa divina. San Pablo explicó, en 1 Corintios 15, este tema. Así, como Cristo venció a la muerte, también sus siervos – por su unión eterna con él – serán levantados a una nueva y extraordinaria vida resucitada. Para el cristiano, ¡la resurrección de los muertos es levantarse a una vida plena y feliz! ¡Nada tiene que ver con el regreso de los muertos que presenta el Halloween! ¡El Halloween desdibuja y parodia la bendita esperanza cristiana de la resurrección a nueva vida y de la resurrección del cuerpo! El Halloween es horror y fealdad; Jesucristo, en cambio, es la resurrección y la vida plena. El Señor dijo de sí mismo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). ¡En Jesús, tenemos esperanza de vencer a la muerte completamente y vivir para siempre con un cuerpo glorificado!

Quinto, Halloween es ocultismo, Jesucristo es libertad.

Halloween es la fiesta de las tinieblas. Se presenta el ocultismo como un juego o algo cómico o entretenido. Pero, lejos de todo esto, el ocultismo es – en realidad – ¡esclavitud a las fuerzas del mal! Quien participa en el ocultismo – en cualquiera de sus variantes – abre la puerta de su vida a influencias espirituales destructoras y esclavizantes. Nuestro Señor Jesús vino a libertar a todos los oprimidos por el diablo. Lucas 4:18 dice sobre el ministerio terreno de Cristo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”. El Halloween abre la puerta y promueve la opresión espiritual, Jesucristo – en cambio – vino a traernos y a darnos eterna libertad. Juan 8:36 dice: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. El Halloween es tiranía de las fuerzas del mal; Jesús es libertad y vida plena. La Biblia nos manda perseverar en esa libertad que nos dio Cristo. Gálatas 5:1 nos advierte:“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Por eso, debemos huir de toda costumbre que – como el Halloween – represente un volver a prácticas pecaminosos, diabólicas y esclavizantes. San Pablo insistía en esto: “vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” (Gálatas 5:13). ¡Sólo en Jesucristo hay verdadera libertad, “porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”! (2 Corintios 3:17) ¡Huyamos siempre de actividades o relaciones con el mundo espiritual de lo oculto, allí sólo encontraremos cadenas y opresión! La vida abundante, feliz y en libertad sólo puede ser hallada en los caminos del Dios verdadero revelado en Jesucristo.

Sexto, Halloween es entenebrecer la mente, Jesucristo es iluminar la vida.

Nada bueno hay en Halloween. Ningún buen pensamiento o emoción, genera. Sólo llena nuestra mente de oscuridad, miedo, terror, cosas feas y desagradables. Esta festividad, sólo entenebrece la mente y el espíritu de los hombres. A los cristianos, sin embargo, se nos exhorta a cultivar otro tipo de mente, pensamientos y emociones. El apóstol Pablo escribió en Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Nuestro Señor Jesucristo llegó a nuestras vidas para llenarnos de pensamientos de paz, gozo, ánimo, esperanza y alegría. Jesús trae luz y armonía a nuestras mentes y, donde hay luz, ya no hay lugar para volver a las tinieblas o jugar con ellas. ¡Cristo es luz y todo lo bueno! ¡Nada de eso, hay en Halloween!

Séptimo, Halloween es promover el reino de las tinieblas, Jesucristo es el camino al Reino de Paz.

Halloween es una manera sutil de promover el reino de las tinieblas. No presenta este reino como realmente es, ¡un reino que busca destruirnos y traer calamidad a nuestras vidas! No se debe jugar con estas cosas, ni tomarlas como bromas. ¡Nada de gracioso hay en la muerte o con los espíritus de maldad que inspiran esta festividad! Halloween promueve la confusión espiritual haciendo que lo malo parezca bueno y divertido. Quien mantenga contacto con este reino de tinieblas y oscuridad, jamás tendrá paz y su vida se volverá caótica. Pero Jesús es paz, es nuestra paz, “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (1 Corintios 14:33). Nuevamente, vemos que aquí ¡Jesús y el Halloween están en las antípodas! ¡Nuestro Señor es el Rey de Paz! (Hebreos 7:2).

Concluyamos, reflexionando en las palabras de San Pablo registradas en Efesios 5:8-17:“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. ¡Sí, los cristianos debemos ser sensatos y entender cuál es la voluntad de Dios! Hemos visto que Cristo nada tiene que ver con Halloween, por lo tanto, es claro cuál es la voluntad de Dios. ¡Un cristiano nada debe tener que ver con esta festividad oscura y pagana! Más bien, debemos oponernos a ella, advertir de sus peligros y resistir a su avance. Pues, los creyentes en Cristo fuimos llamados a que todo lo que hagamos… “¡para la Gloria de Dios!” (1 Co. 10:31).

¡Qué la gracia y la paz de Dios sea sobre su vida!

En Cristo, Julio Fernández