Lectura Bíblica: Santiago 2:21-23
Versículo destacado: “…Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” Santiago 2:23
Tema: Amigos de Dios
Comentario: La Biblia habla de Abraham como el amigo de Dios. En Santiago 2:23 “…Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. Abraham conocía al Creador y, a través de su vida, forjó una sólida relación con él basada en la fe, la confianza y la obediencia. Dios fue su prioridad y su relación más significativa. Todo lo demás, en su vida, se movía dependiendo de esta amistad que, para él, era lo más importante. Ese amor, esa dedicación y ese compromiso constante en su relación con Dios, fue lo que convirtió a un pagano como Abram en alguien que terminó siendo llamado, nada más y nada menos, que “padre de la fe” y “amigo de Dios”.
En cierta ocasión, un ministro del Evangelio dijo: “creo que este es el título más significativo que se le haya dado a un mortal”. Y podemos estar de acuerdo con él. Pero el deseo de Dios, no era que solamente Abraham fuera su amigo. Jesús dijo a sus discípulos: “vosotros sois mis amigos”. Hoy, nosotros, los discípulos actuales de Cristo en la Tierra, también podemos ser amigos de Dios si nos atrevemos a desarrollar esa relación. William B. Petherick, decía que “la amistad es una de las inversiones más hermosas de la vida” y la amistad con Cristo es, sin duda, la inversión más bella y más valiosa que podemos hacer. Invertir tiempo y compromiso en nuestra relación con Jesucristo nos permitirá disfrutar de su compañía cada día y llevar una vida más plena. A veces, invertimos nuestro esfuerzo y nuestro tiempo en relaciones o cosas superfluas y vanas. Pero hay una relación que es vital desarrollar y en la cual deberíamos invertir nuestra dedicación y constancia. ¡No olvidemos desarrollar nuestra relación más importante! ¡La relación que durará por toda la eternidad! Jesús está a la puerta de nuestra vida y llama. En Apocalipsis 3:20, Jesús nos dice: “Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos”.Jesucristo nos invita a una relación profunda e íntima de amistad con él. ¡No desechemos esta oportunidad! ¡No hay mejor amigo que podamos encontrar en la vida!
¡Qué la gracia y la paz de Dios sea sobre su vida!
En Cristo, Julio Fernández
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