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Lectura: Colosenses 3: 5 -7

Versículo destacado: “Haced, pues, morir lo terrenal en vosotros…” Colosenses 3:5

Tema: Acciones y actitudes que deben morir en nuestras vidas (1ra parte)

Comentario: Pablo ya ha explicado en su carta que los creyentes han muerto y resucitado con Cristo. Ahora, explica que esto tiene consecuencias prácticas. Así, como los creyentes han sido sepultados en Cristo, ahora los mismos creyentes deben ocuparse en hacer morir el pecado que hay en sus vidas. Claro, esto no dependiendo de su propio poder y voluntad, sino bajo el poder del Espíritu Santo que mora en ellos y los ha hecho resucitar a novedad de vida.

Literalmente, la primera parte del versículo cinco podría traducirse como “dad muerte a los miembros que están sobre la tierra”. Es decir, Pablo quiere enfatizar con esta expresión que el creyente debe esforzarse por sepultar todas las acciones y actitudes pecaminosas que lo atan a este mundo. Así como no dejaríamos avanzar una araña venenosa sobre nuestro cuerpo – sino que la mataríamos inmediatamente – así debemos actuar terminantemente con el pecado. No debemos dejarlo avanzar, sino matarlo ni bien lo detectamos, ya que las consecuencias pueden ser graves y mortales.

A continuación, el apóstol enumera cinco pecados. Los dos primeros tienen que ver conacciones externas y los tres últimos con actitudes internas.

El primer pecado que se enumera en la lista es la “fornicación” que tiene que ver con toda inmoralidad sexual y todo trato íntimo fuera del matrimonio. La ley de Cristo nos ordena claramente que debemos huir de este pecado (1 Corintios 6:18) ya que pone en riesgo nuestra salud física y nuestra vida espiritual.

El segundo pecado externo que se condena es la “impureza” que literalmente significa “suciedad”. Aquí se aplica para ampliar y enfatizar la gravedad de la fornicación a todo tipo de inmoralidad sexual. Generalmente, en la Biblia vemos estos dos pecados asociados. Por ejemplo, en Gálatas 5:19 leemos que se habla contra “la inmundicia y la fornicación”, en 2 Corintios 12:21 contra la “fornicación y la impureza” y en Efesios 5:3 y Colosenses 3:5 contra la “fornicación y la inmundicia”. Ambos vocablos, siempre los mismos en dichos pasajes, se utilizan para abarcar todo tipo de actividad sexual fuera del pacto matrimonial monogámico de la relación natural creada y bendecida por Dios entre un hombre y una mujer.

Estos primeros dos tipos de pecado – tanto la fornicación como la impureza – tienen que ver con acciones cometidas exteriormente. Mañana, si Dios lo permite, continuaremos analizando la lista de pecados que presenta el pasaje y que tienen que ver con actitudes internas que debemos esforzamos por desechar de nuestras vidas.

¡Qué la gracia y la paz de Dios sea sobre su vida!

En Cristo, Julio Fernández