Spread the love

Lectura Bíblica: Juan 5

Versículo destacado: “…las Escrituras me señalan a Mí (Jesús)! ” (Juan 5:39)

Tema: El centro y propósito de las Santas Escrituras

Comentario: En el tiempo de Jesús, los judíos eran grandes estudiosos de las Santas Escrituras. Ellos las amaban y dedicaban gran parte de su tiempo a leer, escudriñar, meditar y enseñar el Antiguo Testamento, la Biblia de su época. Pero todo ese estudio, no les sirvió de mucho. Ellos iban a ser testigos de la llegada del Mesías; pero, no lo reconocieron cuando caminó entre ellos. Los evangelios relatan lo que ocurrió cuando estos estudiosos, se encontraron con Cristo: “los líderes judíos comenzaron a acosar a Jesús…” (Juan 5:16) ¡Es curioso y es triste! Habían perdido su tiempo. El mensaje central de las Santas Escrituras era prepararlos y dirigirlos a un encuentro personal con Cristo, el Salvador del mundo. Sin embargo, Jesús debió reprenderlos diciéndoles:“Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a Mí!” (Juan 5:39). De nada les había servido su estudio y dedicación a las Escrituras, sólo se habían convertido en “bibliólatras”. Es decir, habían convertido las Escrituras en un ídolo y se habían olvidado del Creador revelado en ellas. ¡Qué paradoja! Es increíble como un don precioso de Dios – como en este caso las Sagradas Escrituras – podemos desaprovecharlo y convertirlo en un obstáculo. A esos que más debían haberlo reconocido como el Ungido de Dios, Jesús los reprende diciendo “ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida” (Juan 5:40). ¡Qué tragedia! Estas personas habían puesto en un pedestal las Santas Escrituras, pero habían olvidado el objeto y el centro de su mensaje: ¡llevarnos a un encuentro con Dios a través de Cristo! ¿Somos estudiosos de la Biblia? ¿Dedicamos tiempo a su estudio y reflexión? ¡Muy bien, excelente! Sin embargo, jamás olvidemos que al leer y estudiar las Escrituras no lo hacemos como un fin en sí mismo para saber más o para tener mayor información. Tampoco lo hacemos para ser más y mejores religiosos. Nuestro fin y objetivo – al dedicarnos a la lectura, estudio y reflexión de la Palabra de Dios – siempre debe ser encontrarnos con Cristo y aumentar nuestra devoción a él. ¿Estamos yendo a la Palabra de Dios con esta actitud? ¡Qué el Espíritu Santo nos guíe a conocer más y mejor, cada día, al Cristo revelado en Su Palabra!

¡Qué la gracia y la paz de Dios sean sobre sus vidas!

En Cristo, Julio Fernández